domingo, 16 de agosto de 2009

Cómo nos afecta la presión social

3presionsocialA quién no le ha pasado que opina diferente que sus amigos pero por el temor a contradecirlos y ganarse su antipatía termina cediendo ante lo que ellos quieren, a pesar de que no le guste hacerlo.

Esa sensación se sentirnos empujados a realizar cosas que no son de nuestro agrado poniendo “el qué dirán” por encima de nuestra voluntad es lo que se conoce como presión social. Esta suele ser muy común a nuestra edad, en la cual valoramos mucho (a veces, excesivamente) la amistad y estamos dispuestos a hacer todo por conservar a nuestros amigos, incluso si creemos que no están en lo correcto.

Por naturaleza, los seres humanos deseamos relacionarnos con otras personas y compartir nuevas experiencias en grupo. Pero esto no quiere decir que vayamos a concordar al 100% con las opiniones de todos, ya que además de imposible resultaría muy aburrido actuar como un rebaño de ovejitas.

Es más difícil lidiar con la presión social en la medida en que somos más tímidos e inseguros sobre nuestras creencias y forma de ser. Lo peor es que si los demás se dan cuenta de que aceptamos cualquier cosa que nos digan, podemos volvernos el blanco de las burlas y hacer que piensen que no tenemos personalidad (por lo menos, no bien definida).

Contrariamente a lo que muchos creen, mantenernos firmes en algo que vaya en contra de la opinión de los otros puede hacernos ganar su respeto. Ello siempre y cuando lo hagamos porque pensamos que es justo o correcto y no por terquedad, ya que cerrarnos a los consejos sí genera anticuerpos y nos hace más egocéntricos.

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